El nuevo paradigma de las redes de sensores incluye la conectividad inalámbrica entre un número de nodos potencialmente muy elevado y con límites muy estrictos de energía disponible. En diferentes escenarios, como pueden ser los de utilización de dispositivos wearables, ciertas aplicaciones médicas que requieren múltiples sensores distribuidos por el cuerpo, la identificación RF-ID, o la utilización de sensores distribuidos en Smart Cities, es posible lograr la reducción tanto de consumo como de coste gracias a arquitecturas intrínsecamente simples como la desarrollada.
Los resultados de este proyecto han dado lugar a una patente.