El uso de exoesqueletos en procesos productivos industriales de automoción puede reducir hasta un 60% del esfuerzo muscular de los trabajadores. Esta cifra se desprende de un estudio, impulsado por el Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña (CIAC), en un entorno controlado con trabajadores de Nissan y Meleghy Automotive que han probado exoesqueletos en la zona de las extremidades inferiores, en posiciones mantenidas.
Se trata de la única iniciativa desarrollada hasta ahora para evaluar la viabilidad de esta tecnología disruptiva en la industria de la automoción que cuenta con la aprobación de la Administración y que supone una revolución y un reto para las empresas del sector.
El estudio, dirigido por la Comisión de Tecnología del CIAC, ha finalizado su primera fase en un entorno controlado, con pruebas de electromiografía de superficie monitorizadas y realizadas conjuntamente por BIOMEC de la UPC y la Unidad de eHealth de Eurecat, para evaluar la activación muscular de los trabajadores con el uso de 3 tipos de exoesqueletos, y sin ellos, sobre una población activa laboral integrada por 14 trabajadores de Nissan y Meleghy Automotive, 11 hombres y 3 mujeres de entre 25 y 57 años.
De esta primera evaluación se desprende que el exoesqueleto de acompañamiento y protección de las extremidades inferiores en posiciones mantenidas, reduce en un 60% el esfuerzo muscular en cuádriceps (recto femoral, vasto interno y externo), con una disminución también significativa de la activación del resto de músculos de las piernas.
También se ha demostrado que el exoesqueleto de acompañamiento y protección del hombro, en posiciones mantenidas por encima de esta zona, ha supuesto una reducción de la activación muscular del 15% en la parte posterior y anterior del tronco (erectores cervicales, lumbares y abdominales), mientras que los bíceps, los deltoides y los dorsales también vieron disminuida su activación.
En relación al exoesqueleto mixto de acompañamiento y protección de hombro y espalda, el resultado ha sido una reducción de la activación muscular en los deltoides, bíceps y dorsales del 15%, así como una disminución significativa también de la actividad muscular los erectores cervicales (25%) y lumbares (entre el 10 y 15%).
Dados los buenos resultados de esta primera fase del proyecto, el CIAC y las empresas implicadas llevarán a cabo entre los meses de febrero y marzo la segunda y última fase de pruebas de exoesqueletos con trabajadores de Nissan y Meleghy Automotive en su entorno laboral real de producción, con una duración de las pruebas de turnos completos de trabajo, a fin de obtener las conclusiones definitivas.
En la iniciativa participan también el Instituto Catalán de Seguridad y Salud Laboral (ICSSL), la empresa SGS y Eurecat.