El proyecto LUNAR
septiembre 4, 2020Un innovador sistema inteligente para la gestión integrada de plagas a través de la fotónica
septiembre 30, 2020Looming Factory es una de las dos agrupaciones lideradas por la UPC en el marco de un programa de tecnologías emergentes de la Generalitat de Catalunya. La alianza, formada por una veintena de centros e instituciones de investigación, arranca con el reto de aplicar los avances de la inteligencia artificial y las tecnologías de la información y las comunicaciones en el sector industrial.
El Centro de Investigación en Control de Movimiento y Aplicaciones Industriales (MCIA) de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC), que dirige el investigador Luis Romeral, es la entidad que coordina Looming Factory, la nueva alianza liderada por la Universidad que agrupa 10 centros de investigación más de la UPC, ocho instituciones de investigación catalanas y un consejo asesor de empresas del sector.
Los retos de la agrupación giran en torno a la digitalización y la transferencia hacia entornos virtuales, la integración de datos, la hibridación ciber-física y la integración de tecnologías en la nube, así como la optimización económica y energética. Todo ello, a través de actuaciones concretas como la monitorización de sistemas, la gestión de datos, la industria conectada, los robots colaborativos o las herramientas de aprendizaje, unas acciones encaminadas a incrementar los resultados de producción y, a la vez, reducir los consumos energéticos y los tiempos y tareas de mantenimiento.
Cuatro proyectos clave
Looming Factory se orienta a acelerar la llegada de la Industria 4.0, un nuevo modelo caracterizado por la interconexión entre máquinas y la integración operacional de los trabajadores y trabajadoras con el entorno productivo. Para ello, las entidades y empresas de la agrupación colaboran alrededor de cuatro iniciativas: Smart Factory, centrada en el desarrollo de algoritmos de monitorización avanzada; Connected Factory, para desarrollar sistemas de comunicaciones; Robots on Factory, que trata la colaboración y el uso compartido del espacio de trabajo por parte de personas y robots, y Factories of the Future, que se centra en la fabricación de una planta piloto de fabricación digital donde se puedan mostrar las tecnologías desarrolladas por los proyectos.
En este sentido, la agrupación cuenta con un consejo asesor integrado por varias empresas y otros agentes de interés, que ayudarán a los investigadores a conocer de primera mano las necesidades y la situación del sector, y que darán salida a las tecnologías y otras innovaciones que se generen.
Financiación europea
El proyecto Looming Factory cuenta con una cofinanciación de 2 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea, en el marco del Programa Operativo FEDER de Cataluña 2014-2020.
En el marco de este programa europeo y de la Estrategia de R+I para la especialización inteligente de Cataluña (RIS3CAT), la Generalitat de Cataluña ha impulsado nueve alianzas estratégicas de entidades para impulsar la valorización y la transferencia de resultados de la investigación, seis de ellas participadas por la UPC, que, además de Looming Factory, lidera la agrupación BASE3D, dedicada a las manufacturas aditivas (impresión 3D).
Otras instituciones beneficiarias del proyecto son la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la Universitat Pompeu Fabra (UPF), la Universitat de Barcelona (UB), el Leitat Technological Center, el Centre Tecnològic de Catalunya (Eurecat), el Centre de Visió per Computador (CVC), el Centre de Recerca d’Internet (i2Cat) y el CIM UPC.
Puesta en marcha de Looming Factory
La primera reunión de inicio del proyecto Looming Factory tuvo lugar el 14 de julio, en formato virtual, y contó con la bienvenida institucional del rector de la UPC, Francesc Torres, y de la directora general de Planificación en el Ámbito de Universidades e Investigación, Mercè Chacón. El investigador Luis Romeral, coordinador de la agrupación, hizo la presentación de la alianza y dio paso a los proyectos que se ponen en marcha y que fueron presentados por los investigadores Vicente Puig, David Remondo, Cecilio Angulo, Francisco Sabaté y Arnau Fatjó.
Sector
¿Quieres saber más?
Proyectos Relacionados
- La adopción de aplicaciones 6G tendrá un impacto positivo en un amplio conjunto de innovaciones que transformarán nuestra sociedad en el futuro. Entre ellas, el uso de vehículos autónomos y la posibilidad de reducir el número de accidentes, servicios de emergencia más eficientes o drones conectados que agilicen la entrega de suministros médicos entre centros de salud, por poner algunos ejemplos. Estas y otras soluciones emergentes continúan evolucionando, impulsadas por el constante avance tecnológico en las comunicaciones. La implementación de estas nuevas tecnologías requiere un proceso que, de manera inevitable, pasa por someterse a pruebas en entornos lo más fieles posible a los entornos reales en los que se van a aplicar.
- El Centro de Desarrollo Tecnológico de Sistemas de Adquisición Remota y Tratamiento de la Información (SARTI UPC) ha desarrollado un nuevo modelo de boyas para registrar las corrientes y las temperaturas del océano en el marco del proyecto europeo Multi-Sensor Extra Light Oceanography Apparatus (MELOA). Se trata de un DRIFTER, o boya de deriva superficial de bajo costo y baja potencia, fácil de usar, resistente a los impactos, multiuso, multisensorial y muy ligera, para ser utilizada en todos los entornos acuáticos, desde el mar profundo hasta aguas interiores, incluidas áreas costeras, plumas de ríos y zonas de rompientes de olas.
- Un equipo del Centro de Investigación en Ingeniería Biomédica (CREB) de la UPC y de Sant Joan de Déu ha creado una nueva aplicación web que permite hacer más rápida y precisa, y menos costosa, el análisis y la interpretación automatizados del tipo de meduloblastoma. La herramienta es clave para el tratamiento individualizado de este tipo de tumor cerebral maligno que afecta principalmente a niños y jóvenes.
- Barcelona se caracteriza por un alto consumo de agua embotellada (el 55% de la población la toma de forma habitual). Las razones de este comportamiento suelen ser la insatisfacción con las características organolépticas, la percepción del riesgo para la salud y la desconfianza hacia la calidad del agua del grifo.