Actualmente, el uso de estructuras de hormigón armado en las plantas de tratamiento de agua es generalizado. Sin embargo, se observó que materiales avanzados como los FRP incorporados de forma complementaria al hormigón en masa aumentan la durabilidad de este material frente a los compuestos agresivos del agua residual o clorada, mejoran su impermeabilidad y reducen la posibilidad de fisuración. Los resultados obtenidos permiten, además, la sustitución completa de la armadura de acero.
En el marco del proyecto Composito, se ha analizado la durabilidad de los FPR frente a los agentes agresivos del agua y se ha desarrollado un sistema de conexión nuevo entre láminas en omega de FRP y el núcleo de hormigón en masa. Este sistema se ha basado en el uso de mallas flexibles como conector dúctil, permitiendo el aprovechamiento de la rigidez y resistencia del FRP. El concepto resultante ha dado lugar a una patente.
Además, se ha caracterizado el material híbrido de FRP y hormigón a flexión y se ha implementado un modelo de elementos finitos para calcular la respuesta mecánica. Estos avances han abierto la puerta a otros usos, como su aplicación en forjados ligeros de edificación, ampliando exponencialmente el valor comercial de la solución tecnológica.
Asimismo, se han implementado tablas de diseño de depósitos tipo, tanto de planta circular como rectangular, detallando su procedimiento de producción y mantenimiento. En el marco del proyecto se ha desarrollado también un demostrador a escala reducida, cuya estanqueidad y comportamiento estructural fueron evaluados con resultados satisfactorios.
El proyecto Composito ha contado con un presupuesto de 510.000 €, recibidos a través del programa Innoglobal del CDTI, y ha tenido una duración de 30 meses (de octubre de 2017 a marzo de 2020). En el consorcio han participado otros cuatro socios y centros de investigación de España y México.