El proyecto PaperChain , coordinado por Acciona , cuenta con la participación de 20 socios de cinco países europeos e incluye demostraciones a gran escala en diversos entornos operativos: en el sector de la construcción, en España (capas de suelo estabilizado en carreteras), en Portugal (asfaltos y hormigones) y en Eslovenia (materiales compuestos para estabilización de taludes); y en Suecia, en el sector químico (bioetanol para productos químicos secundarios) y en el sector minero (capas sellantes de escombros). Con un presupuesto de 7,8 millones de euros, el proyecto está financiado por el programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea.
Un equipo de investigadores del grupo de investigación Materiales de Construcción y Carreteras (MATCAR) de la UPC, formado por Rodrigo Miró , Adriana Martínez , Félix-Edmundo Pérez y Marilda Barra, participa en el proyecto. En concreto, en la mejora y la estabilización de las explanadas en que se apoya el firme de la carretera. En estas superficies, el conglomerante habitualmente empleado para reforzar la resistencia al tráfico -cemento o cal- es sustituido por cenizas procedentes de la industria papelera. El uso de estas cenizas permite importantes reducciones de la huella de carbono en la construcción de carreteras ya que el cemento y la cal son importantes emisores de CO2.
El equipo de investigadores también se ocupa de caracterizar los materiales a emplear -suelos y cenizas-, así como de evaluar las propiedades mecánicas de su combinación resultante, a fin de definir la fórmula de trabajo a utilizar en las etapas de construcción. Esta etapa también incluye un estudio de durabilidad mediante ensayos que simulan los efectos climáticos a largo plazo.
Casos prácticos en Zaragoza
Para comprobar la viabilidad del uso de las cenizas, se ha realizado un monitoreo técnico de dos tramos de prueba en la provincia de Zaragoza mediante un sistema de auscultación. El primer tramo se está realizando este mes de octubre en Ejea de los Caballeros y consiste en la estabilización de un camino sin pavimentar -de un kilómetro de longitud- en el entorno de un parque periurbano.
El segundo tramo de prueba, que se está construyendo en Villamayor de Gállego, consiste en la renovación del firme de una calle de un kilómetro de longitud mediante la ejecución de una capa de suelo estabilizado.
El efecto de la ceniza en estos suelos se traduce en la práctica eliminación del hinchamiento -incremento de volumen que experimentan algunos suelos en aumentar su humedad- y el aumento de la capacidad portante -la capacidad del terreno de soportar las cargas aplicadas sobre él-, lo que generará un ahorro significativo en su mantenimiento. Además, esta zona de Zaragoza tiene una extensa red de caminos rurales y una intensa actividad agrícola y ganadera con tráfico de maquinaria pesada.