El radón es un gas de origen natural procedente de la desintegración radiactiva de uranio presente en rocas y suelo, es la principal fuente de exposición de la población a las radiaciones naturales. El radón también se utiliza para localizar, rastrear y cuantificar la fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mediante la técnica Radon Tracer Method (RTM) y modelos de dispersión atmosférica. Actualmente no existen herramientas para medir este gas en bajas concentraciones en la atmósfera ni para medir correctamente sus exhalaciones del suelo.
El proyecto TraceRadon proporcionará nuevas fuentes de medida, instrumentos de referencia más sensibles y metodologías efectivas para cuantificar la concentración de gas radón en la atmósfera y sus exhalaciones del suelo, necesarias también para validar modelos de flujos de radón en toda Europa.
Esta tecnología se utilizará para armonizar los instrumentos y validar los modelos de flujo de radón, comparándolos con otros modelos y mediante campañas de campo intensas. Los nuevos detectores de gas radón que se construyan en el marco del proyecto, se ensayarán con diferentes medidas de campo en Alemania, Italia, Francia e Inglaterra. Las herramientas y la instrumentación desarrolladas en el ámbito del proyecto se pondrán a disposición de redes de control atmosférico como el Sistema Integrado de Observación de Carbono (ICOS) y en redes de controles de la radiactividad ambiental.
El proyecto forma parte del programa EMPIR cofinanciado en el marco del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, con un presupuesto de 2,4 millones de euros. Se prevé que la duración del proyecto sea hasta el 2023. Además de la UPC, participan la Universidad de Cantabria y otras 16 instituciones y centros de investigación de universidades europeas de Alemania, Polonia, Hungría, Suecia, Austria, República Checa, Francia, Reino Unido, Serbia, Rumanía e Italia.