Preservar las selvas tropicales de la deforestación es vital ya que desempeñan un papel fundamental en la estabilización del clima: absorben CO2 y liberan el oxígeno de lo que dependemos. Cubren menos del 10% de la superficie terrestre, pero alberga a más del 50% de la biodiversidad del planeta y a 50 millones de habitantes. Sin embargo, el valor de los árboles y de las especies que allí viven no es suficientemente conocido y la capacidad para lograr un mayor conocimiento de estos ecosistemas es limitada, ya que el entorno de las selvas tropicales es denso, vasto y complejo. La rápida desaparición de los bosques tropicales está comportando además la extinción de un número alarmante de especies. A pesar de esta situación, aún no se han desarrollado las herramientas adecuadas para controlar el estado de la vida salvaje a la velocidad y escala necesarias para mitigar eficazmente su declive.
En este sentido, la iniciativa Providence+ propone tomar el pulso de las selvas tropicales, mediante un conjunto de bioindicadores específicos que monitoreen especies en tiempo real. Así, se evaluará la dinámica de las poblaciones y los índices ecoacústicos de la biodiversidad de estos bosques.
El proyecto tiene como precursora la tecnología desarrollada, en 2016, por el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) junto con el Instituto de Desarrollo Sustentável Mamirauáua (Brasil), en el marco de la iniciativa Providence para supervisar y entender la vida salvaje. Se trata de los nodos Providence, una red de sensores que actualmente monitorean y realizan el seguimiento constante de la biodiversidad bajo la cubierta de los bosques tropicales. El sistema también identifica, mediante imágenes y sonidos, una gran cantidad de especies, la mayor que hasta ahora ha permitido cualquier otra tecnología. Con la transmisión de datos inalámbrica y de bajo consumo de energía, el sistema de escucha funciona durante largos períodos de tiempo, sin necesidad de mantenimiento.
El equipo científico de Providence+ mejorará la funcionalidad de los actuales nodos e incluirá técnicas de visión por computador para identificar las especies vegetales de estos bosques. También introducirá el uso de drones y robots no motorizados para realizar el seguimiento en tiempo real de cientos de especies, por primera vez sin intervención humana 'in situ'. El nuevo sistema de sensores incorporará tecnología de exploración de ADN medioambiental (para explorar aire, agua y suelo) con el fin de detectar la presencia histórica de especies tanto animales como vegetales, a partir de muestras que puedan contener tan sólo pelos, plumas o pisadas.
Además, los investigadores prevén ampliar la implementación de los nodos Providence a otras regiones de la selva tropical y a otros biomas similares..
El desarrollo de las tecnologías que integran Providence+ requiere una inversión de más de 1,5 millones de euros. Con este objetivo, la UPC ha puesto en marcha un programa de captación de fondos dirigido a canalizar las aportaciones de inversores privados, de sponsors y de donantes, al que se puede acceder desde la web providenceplus.upc.edu.
Uno de los retos de los equipos que compiten en el XPRIZE Rainforest es presentar soluciones tecnológicas que permitan explorar, en 24 horas, una extensión de selva de 100 hectáreas. Además, será necesario evaluar, en 48 horas, su biodiversidad con los datos obtenidos. Esta tecnología debe desarrollarse y presentarse antes de la primavera de 2023, en la que se darán a conocer los diez equipos finalistas y, a finales de abril de 2024, se anunciarán los equipos ganadores del primer, segundo y tercer premios.
Providence+ está coordinado por Michel André, director del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB). También participan el Grupo de Procesamiento de Imagen y Vídeo, el Wireless Networks Group, el grupo de Procesamiento de la Señal y Comunicaciones, el Nanosat Lab, el grupo en Visualización, Realidad Virtual e Interacción Gráfica, el Instituto de Robótica e Informática Industrial (UPC-CSIC).