Se trata de establecer las condiciones de riesgo, fragilidad y desventaja que vienen de la combinación entre exclusión social, laboral y residencial. Se orientan hacia una situación crítica de perjuicio o vulnerabilidad.
La metodología multicriterio parte de más de 150 indicadores de los que se seleccionan los 40 más representativos y se agrupan en cuatro ejes: socioeconómico, socioespacial, urbanístico y sociourbanístico, en los que se establece una medida de diferenciación relativa del grado de vulnerabilidad residencial de unos barrios respecto a otros.
El resultado permite, por primera vez, identificar diferentes sectores de la ciudad de Barcelona con grandes dificultades para atender las condiciones de habitabilidad, mantenimiento y rehabilitación de sus viviendas. Los datos han sido utilizados por el Programa de rehabilitación de las fincas de alta complejidad como criterio para establecer prioridades en la intervención de los equipos de gestión del Plan de Barrios del Ayuntamiento de Barcelona en las fases iniciales de información y asesoramiento del programa.